Fuente: La Crónica 11/10/07
Los Ayuntamientos afectados por el conocido fuego bacteriano, que ataca básicamente a los frutales, se declaran incapaces de poder aplicar las recomendaciones marcadas por la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta para atajar la propagación de la bacteria. Aún así, según ha podido confirmar este periódico desde la Administración autonómica no se ha impuesto ninguna sanción.
La mayor parte de los municipios afectados ya por el fuego bacteriano, con los que se ha puesto en contacto este periódico, confirma que han recibido un escrito remitido por el responsable del servicio de Agricultura de la Junta en la provincia de León, Fidentino Reyero, en el que se insta a arrancar diez especies concretas de las rosáceas, por ser hospedante de las bacterias que concluye en la propagación del fuego bacteriano a otras especies arbóreas. La razón es la propia complejidad para poder determinar cuáles son las especies marcadas por la Junta –Chaenomeles Linds, Cotoneaster Ehrh., Crataegus L., Cydionia Mill., Eriobotrya Lindl., Malus Mill., Mespilus L., Pyrancantha Roem., Pyrus L., Sorbus L.– y también el poder contar con los medios para arrancar estas plantas ornamentales y con un lugar autorizado para poder quemarlas.
El alcalde de Carrocera, con focos en las pedanías de Santiago de la Villas, Cuevas de Viñayo, Viñayo y Otero de Dueñas, Trinitario Viñayo aseguró a este periódico que «la circular remitida por Agricultura es muy confusa. Me parece bien que nos alerten, pero sinceramente no sabemos de qué especies se tratan». Aún así asegura que en los espacios públicos de su municipio no le consta que existan estas variedades.
Desde el municipio de Valdefresno, afectado en las pedanías de Villavente, Solanilla y Paradilla de la Sobarriba, su alcalde José Pellitero Álvarez da cuenta de los doscientos frutales afectados hasta el momento, e insiste en que su Ayuntamiento no hay especialistas como para poder determinar cuáles son las especies hospedantes. «Nosotros nos hemos limitado a informar a los vecinos, pero creo que no es nuestra competencia el inspeccionar las especies».
El alcalde de Santa María de Ordás, Luis José García Fernández, confirma que en los jardines públicos de su municipio no tienen plantas ornamentales. Lo que no puede precisar, al igual que otros muchos alcaldes, es si éstas plantas ornamentales están en los jardines privados. Insiste el alcalde en que si la Junta no nos proporciona medios «tendremos que buscarnos la vida, contratar maquinaria, hacer un foso... todo esto lleva un proceso».
Ya en el alfoz leonés, en Valverde de la Virgen, su alcalde David Fernández cuenta por centenares el número de árboles, básicamente perales, que ya han sido marcados por la enfermedad. Confirma que en su municipio no tienen plantas ornamentales hospedantes de la bacteria. Afirmación que coincide con la del alcalde de Riello, Cipriano Elías Martínez, también afectado por el fuego bacteriano.
En el Bierzo, la comarca más afectado por la plaga, el alcalde pedáneo de San Andrés de Montejos, Ángel Abelaira, considera «vital» la información de la Junta para erradicar la enfermedad y manifiesta su total voluntad de colaborar con la Administración y transmitir la información a los ciudadanos a través de bandos «con el fin de que las posibles futuras sanciones de la Junta no cojan a nadie por sorpresa».
En la misma línea, la alcaldesa de Cabañas Raras, Belén Fernández, afirma que «intentamos colaborar» con las brigadas de la Junta en las labores de control de las plantaciones en los jardines públicos. Si bien, añade, «las competencias de los ayuntamientos como Cabañas Raras, con pocos medios, se quedan limitadas a la información a los ciudadanos, y ahí termina su labor».
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