jueves, 13 de septiembre de 2007

Tragsa arrancará especies que propagan el fuego bacteriano en 3.000 hectáreas del Porma


Fuente: La Crónica 14/9/07


La empresa pública Tragsa procederá al arranque y destrucción en la margen izquierda del río Porma de más de 3.000 hectáreas de especies arbustivas de rosáceas potencialmente peligrosas por ser transmisoras del conocido como fuego bacteriano, una enfermedad vegetal que amenaza con propagarse a los frutales en toda la provincia.
Así lo ha dado a conocer el secretario general del sindicato agrario Ugal-UPA, Matías Llorente, al hilo de sus críticas respecto a la política que de momento ha seguido la Consejería de Agricultura y Ganadería con un problema que ha sido detectado oficialmente en la práctica totalidad de la comarca de la Cepeda, varios focos en León y en el Bierzo y que está ya presente, aunque en muchos casos aún no declarado, en numerosos municipios del alfoz leonés, posiblemente en un radio de hasta 25 kilómetros a la redonda, según reconoce la propia Junta.
Las especies fueron en su día curiosamente plantadas por Estructuras Agrarias a la par de las obras de la concentración parcelaria del Porma, cosa que a Llorente le parece «una aberración» que demuestra «que no se tiene el más mínimo cuidado con un problema que amenaza con convertirse en una verdadera plaga» en la totalidad de León.
Según las primeras informaciones recibidas de momento sobre esta primera actuación en la zona, Tragsa podría ejecutar el arranque de los miles de arbustos de piracantas, espinos albar, servus y rosas silvestres «a la vez que las labores contra la plaga de topillos», que la propia Consejería pondrá en marcha «en cuestión de días».
Pero a Matías Llorente le parece, pese a lo positivo de la medida, insuficiente. «Hay que esperar que las autoridades demuestren un poco más de preocupación por un problema tan grave, y podrían empezar por hacer desaparecer (estas especies transmisoras) de las autovías de su propiedad», en relación con la autovía A-234 (León-Burgos), donde asegura que «hace bien poco» que se han plantado nuevos ejemplares de estas especies mencionadas y algunas otras rosáceas peligrosas.
Por estos motivos, el sindicalista reclama «que las autoridades, lejos de minimizar el problema (en referencia a las declaraciones del delegado territorial de la Junta, Eduardo Fernández), dejen de reaccionar tarde porque es muy preocupante que con precedentes como el de los topillos ni siquiera se disponga de una estructura para combatir» estas eventualidades «peligrosas de descontrol vegetal o descontrol animal, y que sobre todo afectan a mucha gente». «Me consta», concluyó, «que hay más preocupación en la Junta de la que manifiestan, así que deberán contestar por qué lo han tapado y ni siquiera piden ayuda a quienes estamos dispuestos a ayudar».

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