Fuente: El País, 07/06/08
La Junta de Castilla y León deberá explicar por qué autorizó las obras
El parque eólico San Feliz tendrá que esperar. Las máquinas de la empresa Producciones Energéticas del Bierzo entraron la semana pasada en la vertiente leonesa de la cordillera cantábrica para abrir las pistas para instalar los molinos de viento. No les importó que la zona sea una de las pocas en las que cría el urogallo cantábrico. La alerta de los investigadores que siguen a esta especie en extinción -hay incluso una hembra marcada que se sigue día a día- llevó a la Sociedad Española de Ornitología (SEO) a pedir en los tribunales el freno urgente de las obras. Y aunque los jueces son reacios a estas medidas cautelares, el juzgado número 1 de lo Contencioso de León ordenó ayer frenar el parque. "La urgencia requerida parece de una claridad meridiana", señala el juez sobre el perjuicio al urogallo.
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