Fuente: El Mundo-La Crónica 26 de octubre de 2007
La Consejería de Agricultura y Ganadería publicó ayer en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), seis municipios en los que se ha detectado la plaga de fuego bacteriano como son: Valdefresno, León, San Andrés del Rabanedo, Cuadros, Pola de Gordón y La Robla. Con esta notificación se certifican las denuncias continuas de EL MUNDO / LA CRÓNICA DE LEÓN, con las que se ha advertido del avance incontrolado de la plaga por toda la provincia. Ahora comienza a tocar de lleno a la Montaña Central de León, como lo indica la presencia en el listado de la Junta de los dos municipios del Alto Bernesga, Pola de Gordón y La Robla.
El comunicado oficial de la Junta declara la inequívoca presencia de la bacteria 'erwinia amylovora'. Por este motivo se ha ordenado desde la Consejería de Agricultura que se comiencen a realizar todas aquellas actuaciones con las que se erradique y evite la propagación del fuego bacteriano que ataca principalmente a los árboles frutales (manzano, peral y membrillo). Por ello, en cumplimento del artículo tres del Real Decreto de 1999, los propietarios de las plantaciones frutales de pepita anteriormente señaladas, están obligados a arrancarlas a su cargo antes del 31 de diciembre de 2007.
Con estos nuevos casos son ya 19 los municipios que se han visto afectados en toda la provincia. Una situación que cada día se está complicando más. Los ayuntamientos reiteran que no tienen medios para controlar la plaga y que necesitan ayuda de la Junta de Castilla y León. El Ayuntamiento de León, que se encuentra en la lista, deberá hacer uno de los mayores esfuerzos por la gran cantidad de estas plantas que tiene diseminadas por toda la ciudad. Recientemente recordaba la concejala de Medio Ambiente de León, Humildad Rodríguez, que están dispuestos a colaborar eficazmente pero que precisan de la ayuda y colaboración de la Junta de Castilla y León. Recordaba que «no podemos llevar a cabo este sacrificio de especies sin saber qué compensaciones habrá o qué se debe hacer con plantas que tienen más de 15 años que en principio no se deben tocar. La situación la tiene que aclarar la Consejería de Agricultura y Ganadería».
En cuanto a los propietarios particulares, la situación es para ellos similar a los ayuntamientos. Muchos se quejan de que no disponen de información para poder llevar a cabo las talas o para eliminar de sus fincas las plantas que pueden ser transmisoras de la bacteria.
Desde el Ayuntamiento de Pola de Gordón, uno de los municipios que se ha alertado ayer, a través del Bocyl, su alcalde, Francisco Castañón, aclara que en ningún momento han tenido ningún tipo de noticia al respecto. «No ha habido vecinos que nos hayan dado alguna advertencia de posesión de árboles enfermos. Por este motivo nunca hemos llegado a pensar que la plaga del fuego bacteriano llegaría a Gordón, por supuesto». No obstante, el regidor de este municipio ha insistido en que se tomarán todas las medidas que sean oportunas para evitar la propagación. «Nosotros tenemos grandes zonas ajardinadas que no es usual en este tipo de pequeñas localidades por lo que la alerta es mayúscula para estos pueblos. Solicitaremos la ayuda de la Junta para determinar qué plantas pueden tener la bacteria y qué plantaciones están enfermas para la erradicación del problema. Esta es una situación de todos y que debemos tratar con total celeridad. La transmisión puede ocasionar graves perjuicios y no es nuestra consideración».
A la sorpresa del alcalde de Pola de Gordón se unió ayer la del primer edil del Ayuntamiento de La Robla, Luis García Fernández. En este sentido, respondió que a pesar de que «contamos con varias zonas verdes», realmente las plantas «que pueden trasmitir la bacteria del fuego bacteriano no son muchas».
En este sentido sí recordó que hace dos años en una finca de la pedanía de Alcedo de Alba se habían tenido que talar por estar enfermos de 30 a 40 árboles. «En estos momentos no hemos detectado nuevos casos, desde aquella tala no ha habido ningún aviso sobre algún tipo de plantación de árboles frutales en el municipio que pudiera tener la enfermedad. Por lo menos no ha sido alertado este Ayuntamiento», afirmó Fernández.
Del modo en que está avanzando por la provincia de León el fuego bacteriano, algunos alcaldes y vecinos comienzan a pensar que la medida más oportuna es la eliminación total de las plantas que pueden propagar la enfermedad. Pero esta circunstancia no debería, de llevarse a cabo, circunscribirse solamente a los jardines públicos, sino que también deberán practicarla en todo caso, los propietarios particulares. Esta posibilidad tendría que ser sopesada en la base de analizar el que, si las plantas están sanas, por qué hay que arrancarlas. Lo que sí parece evidente es que cada día que pasa la situación es más grave.
La bacteria causante del contagio es considerada como un organismo altamente nocivo, muy contagioso y de fácil dispersión, por lo que su control es una tarea complicada. A todo esto se une además, el hecho de que actualmente no existe ningún tratamiento químico.
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