Fuente: El Mundo, 13/3/07
El árbol que la adolescente judía inmortalizó en su diario como símbolo de esperanza será talado por el riesgo de derrumbe
MARIA RAMIREZ. Corresponsal BRUSELAS.- «Casi cada mañana subo al ático para sacar el aire cargado de mis pulmones; desde mi rincón favorito, miro el cielo azul, el castaño desnudo, en cuyas ramas brillan pequeñas gotas de lluvia, como plata, y las gaviotas y otros pájaros que planean... Mientras esto exista, pensé, y pueda vivir para verlo, la luz del sol, los cielos despejados, mientras dure, no puedo ser infeliz» (23 de febrero de 1944).
Desde su escondite durante 25 meses en Amsterdam para huir de los nazis, Ana Frank vio transcurrir las estaciones a través del castaño de un jardín interior cercano, retratado muchas veces en su diario y venerado después como símbolo de la esperanza.
Pero al árbol centenario, que aún se vislumbra desde la guarida de los Frank convertida en museo, le queda un mes de vida. Tras años de análisis botánicos y debate político, el Ayuntamiento ha decidido dar permiso al propietario del jardín para cortar el castaño enfermo.
Aún deben pasar seis semanas para que los ciudadanos presenten alegaciones, pero la tala ya se considera inevitable. Los primeros achaques del castaño se le diagnosticaron en 1993, cuando lo dañó un vertido de petróleo de un tanque subterráneo.
Un siglo y medio de vida
La limpieza del terreno, en una operación de más de 160.000 euros, sólo sirvió para suavizar los males de la edad (el castaño, uno de los más antiguos de Holanda, tiene entre 150 y 170 años). Ante los síntomas crecientes de enfermedad, se intentó reducir su copa y someterlo a varios tratamientos, pero ahora sus hojas se vuelven marrones mucho antes del otoño y la mitad de la madera está podrida por un hongo fatal. El jueves, el Ayuntamiento de Amsterdam publicó el permiso oficial de tala ante el riesgo de que el árbol, de 27 toneladas, se derrumbe.
«Es una pena, pero hasta los árboles mueren -explica, por teléfono, Patricia Bosboom, de la casa de Ana Frank- no guardaremos ramas, pero hemos cogido unos injertos del viejo árbol para plantar a su heredero en el mismo lugar... ahora intentamos concentrarnos en eso». El propietario del patio, quien ha luchado para cortar el árbol que consideraba un peligro, está de acuerdo.
El pequeño museo, fundado en 1960, lleva años preparándose para la desaparición del castaño y, en previsión de su final, lo ha convertido en virtual, con la web www.annefranktree.com, una página de dibujos, poemas y escritos dedicados a la adolescente judía. La actriz Emma Thompson plantó el año pasado la primera hoja on-line en honor a la autora del diario más famoso, publicado hace 60 años. «Casi no se ve, si no sabes que está ahí. Pero para nosotros, el castaño es muy importante...hemos querido preservarlo de alguna manera», dice Bosboom.
El árbol de Ana Frank desaparecerá en abril, justo cuando más la inspiraba por la llegada de la primavera. «Abril -escribió ella- es glorioso, no demasiado caluroso, no demasiado frío (...). Nuestro castaño está en flor».
más información: http://www.annefranktree.com/Content.aspx?FileName=TheRealTree
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