Fuente: La Crónica 30/10/07
No se detienen los sustos para la provincia con la proliferación del fuego bacteriano que arrasa sin control muchos frutales leoneses. El Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) de ayer publicaba la detección por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León de ocho nuevos brotes de la enfermedad en la provincia leonesa, la mayor parte de ellos en el entorno de la capital leonesa.
En cinco de los casos la 'plaga' no cae ni siquiera por primera vez, ya que se trata de municipios donde meses atrás ya se habían detectado árboles infectados por la bacteria erwina amylovora, que arrasa literalmente sobre todo rosáceas y frutales de pepita, pero acaso lo peor es que los otros tres focos han surgido en municipios totalmente nuevos, lo que amplía el mapa provincial de afectados por la enfermedad.
En el primero caso se encuentran los ayuntamientos de Onzonilla, Villagatón-Brañuelas, Magaz de Cepeda y Santa María de Ordás, el primero en el alfoz leonés y los otros tres en la primera comarca leonesa afectada por la bacteria, la de Cepeda. Y los nuevos son Villaobispo de Otero (igualmente en Cepeda, ya a las puertas de Astorga), Villaquilambre y Garrafe de Torío.
Estos últimos permiten observar como se cierra aún más el círculo sobre la capital leonesa, en un alfoz donde tan sólo se libran por el momento Santovenia de la Valdoncina y Sariegos, aunque los expertos tienen asumido que una enfermedad que se transmite por medios tan diversos y sencillos como el aire o los insectos legará más pronto que tarde a todo el entorno de los puntos afectados.
Lo único que de momento podía parar esta tendencia creciente es la propia naturaleza, ya que la erwina amylovora se transmite sólo cuando por el árbol circula la sabia y no en el invierno, con lo que pronto llegará una tregua marcada por la climatología. De momento, ya son pues 22 los municipios de la provincia con árboles afectados, en los que ha de procederse al arranque y destrucción no sólo de éstos sino de todos los que les circundan.
Primera instrucción y número de información
Después de muchas críticas por la falta de información, tanto a municipios como a particulares, ignorancia que sin duda a ayudado a propagar el fuego bacteriano, la Junta de Castilla y León dio ayer a conocer públicamente las primeras medidas preventivas contra esta enfermedad «debido a los focos de esta enfermedad aparecidos en la provincia de León durante este año». Se trata de un Boletín Fitosanitario en el que, de manera bastante sencilla, se ofrecen unos pasos a seguir para proceder al tratamiento preventivo de los frutales en esta época de caída de la hoja, así como para la poda de los mismos, del material a utilizar y su tratamiento o de las especies tanto frutales como ornamentales y forestales más sensibles a la bacteria. Además, para ayudar aún más a los hortofruticultoresa la hora de abogar por una u otra variedad de peral o manzano para las replantaciones, se insiste en la opción de aquellas poco sensibles o tolerantes y se añade una nutrida lista de ellas entre las que están de un lado y de otro. Finalmente, el boletín pone a disposición algo tan básico como dos teléfonos de contacto ante cualquier duda, ausencia que había sido denunciada por EL MUNDO / LA CRÓNICA. Los contactos son la Sección de Sanidad de la Delegación de la Junta en León (987 296 324) y de la Estación de Avisos Agrícolas de Carracedelo (987 562
No se detienen los sustos para la provincia con la proliferación del fuego bacteriano que arrasa sin control muchos frutales leoneses. El Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) de ayer publicaba la detección por parte de la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León de ocho nuevos brotes de la enfermedad en la provincia leonesa, la mayor parte de ellos en el entorno de la capital leonesa.
En cinco de los casos la 'plaga' no cae ni siquiera por primera vez, ya que se trata de municipios donde meses atrás ya se habían detectado árboles infectados por la bacteria erwina amylovora, que arrasa literalmente sobre todo rosáceas y frutales de pepita, pero acaso lo peor es que los otros tres focos han surgido en municipios totalmente nuevos, lo que amplía el mapa provincial de afectados por la enfermedad.
En el primero caso se encuentran los ayuntamientos de Onzonilla, Villagatón-Brañuelas, Magaz de Cepeda y Santa María de Ordás, el primero en el alfoz leonés y los otros tres en la primera comarca leonesa afectada por la bacteria, la de Cepeda. Y los nuevos son Villaobispo de Otero (igualmente en Cepeda, ya a las puertas de Astorga), Villaquilambre y Garrafe de Torío.
Estos últimos permiten observar como se cierra aún más el círculo sobre la capital leonesa, en un alfoz donde tan sólo se libran por el momento Santovenia de la Valdoncina y Sariegos, aunque los expertos tienen asumido que una enfermedad que se transmite por medios tan diversos y sencillos como el aire o los insectos legará más pronto que tarde a todo el entorno de los puntos afectados.
Lo único que de momento podía parar esta tendencia creciente es la propia naturaleza, ya que la erwina amylovora se transmite sólo cuando por el árbol circula la sabia y no en el invierno, con lo que pronto llegará una tregua marcada por la climatología. De momento, ya son pues 22 los municipios de la provincia con árboles afectados, en los que ha de procederse al arranque y destrucción no sólo de éstos sino de todos los que les circundan.
Primera instrucción y número de información
Después de muchas críticas por la falta de información, tanto a municipios como a particulares, ignorancia que sin duda a ayudado a propagar el fuego bacteriano, la Junta de Castilla y León dio ayer a conocer públicamente las primeras medidas preventivas contra esta enfermedad «debido a los focos de esta enfermedad aparecidos en la provincia de León durante este año». Se trata de un Boletín Fitosanitario en el que, de manera bastante sencilla, se ofrecen unos pasos a seguir para proceder al tratamiento preventivo de los frutales en esta época de caída de la hoja, así como para la poda de los mismos, del material a utilizar y su tratamiento o de las especies tanto frutales como ornamentales y forestales más sensibles a la bacteria. Además, para ayudar aún más a los hortofruticultoresa la hora de abogar por una u otra variedad de peral o manzano para las replantaciones, se insiste en la opción de aquellas poco sensibles o tolerantes y se añade una nutrida lista de ellas entre las que están de un lado y de otro. Finalmente, el boletín pone a disposición algo tan básico como dos teléfonos de contacto ante cualquier duda, ausencia que había sido denunciada por EL MUNDO / LA CRÓNICA. Los contactos son la Sección de Sanidad de la Delegación de la Junta en León (987 296 324) y de la Estación de Avisos Agrícolas de Carracedelo (987 562
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